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Reflexiones sobre cómo generar oportunidades para el desarrollo de la abogacía corporativa en América Latina

  • Writer: IDEAS
    IDEAS
  • 2 days ago
  • 6 min read

Rodolfo G. Papa[1]

 

1.     INTRODUCCION:  

Me complace compartir estas reflexiones que, muy especialmente, he elaborado por invitación del equipo del Instituto de Análisis Societario (IDEAS), del que ya había tenido, además, la oportunidad de brindar mi aporte académico, como integrante del cuerpo de profesores de su Diplomado en Derecho Societario.


El propósito de este trabajo, que vale la pena aclarar, no se enfocará en el análisis de una temática jurídica, sino que, muy empáticamente, y tomando como escenario base, la situación de decenas de mi les de jóvenes abogados Latinoamericanos (o en proceso de graduarse como tales), que se encuentran enfrentando el desafío de iniciar su práctica dentro del mundo corporativo, que ciertamente, será un reto en su vida profesional. No obstante, las reflexiones aquí planteadas también resultan pertinentes para abogados en distintas etapas de su trayectoria, pues los desafíos del ejercicio profesional se presentan de manera continua y diversa.


Un comentario preliminar. Un error que muchos hemos cometido es el de pensar que la finalización del cursado de la carrera de abogacía, importa el fin de una etapa, que nos convierte “automáticamente” en profesionales del Derecho. Cuando, en realidad, debería ser encarada como el inicio de un proceso de capacitación continua y aprendizaje, para agregar valor a nuestro perfil y conocimientos.


Es así como, nos concentraremos en puntualizar dos grandes temas que, en nuestro entender, son cruciales, para que los abogados corporativos en América Latina podamos continuar ofreciendo un servicio de excelencia, con prescindencia de cuál fuera nuestra experiencia, o bien, de las responsabilidades que detentemos en una organización, según el caso.


Por un lado, describir cuáles serían los “pilares” que actualmente dominan el ejercicio de la abogacía corporativa en nuestra región, y por el otro, nos enfocaremos (brevemente) en la situación de aquellos jóvenes estudiantes y abogados, que se encuentren ante el intento de generar su primera oportunidad laboral en el mundo del Derecho.

    

2.     “SIETE PILARES” PARA LA PRÁCTICA DE LA ABOGACÍA CORPORATIVA EN AMERICA LATINA:

 

(i)             Activa presencia en redes sociales: adoptar una participación activa, continua y regular, en la red social profesional internacional Linkedin (aunque también -obviamente- en otras redes sociales), resulta “clave” para hacer conocer (y que conozcan) nuestro perfil, y difundir nuestros contenidos.

 

El diseño de una adecuada estrategia de comunicación en el mundo digital (a través del acceso a diversas redes sociales), debería responder a 3 preguntas básicas: ¿Para qué comunicamos?, ¿Qué es lo que comunicamos?, y, ¿Quiénes podrían ser los destinatarios de nuestros contenidos?, según el caso.

 

(ii)           Construir nuestra “marca personal”: la “marca personal” es lo que nos debería identificar y diferenciar en nuestro ejercicio profesional. Para ello, deberíamos lograr que se nos conozca por que es lo que hacemos, y cuál es nuestra “propuesta de valor”.

 

(iii)         Desarrollar una red de contactos (“networking”): esta herramienta, cuya importancia a veces subestimamos, podría cumplir con múltiples objetivos, tales como: la búsqueda de “aliados estratégicos”, captar potenciales clientes, identificar “referentes” en otras áreas de práctica jurídica, y, crear nuestra propia audiencia, entre otros.

 

Las fuentes para el armado y crecimiento de una efectiva red de contactos podrían ser diversas, y su revisión periódica debería ser implementada, como un recurso que podría conducirnos a generar nuevas oportunidades de trabajo.

 

(iv)          Contar con la colaboración de un mentor, coach o tutor: ciertamente que la transmisión de sus experiencias, consejos y logros, podrían ser de utilidad para nuestro propio desarrollo profesional. Su elección debería ser “flexible”, y responder a las necesidades específicas de aquel que decidiera ser “entrenado” por alguno de estos “referentes” en el mundo del Derecho.

 

(v)           Competencias y habilidades no vinculadas con nuestra formación jurídica: en nuestra interacción y comunicación diaria con clientes e integrantes del equipo de trabajo al que pertenezcamos, es condición necesaria, aunque no suficiente, acreditar la provisión de un servicio profesional de excelencia, sino que, además, deberíamos incorporar una serie de “competencias personales” (o “habilidades blandas”), entre las que destacamos (no taxativamente): la oratoria, comunicación asertiva, gestión eficiente del tiempo, manejo de inteligencia emocional, negociación colaborativa, empatía, liderazgo, resiliencia, autoconocimiento, construcción de nuestra confianza, y, equilibrio entre la vida personal y el trabajo, entre muchas otras.

 

(vi)          Uso de la Inteligencia Artificial (IA) como complemento de nuestra labor profesional: la instalación de la IA, a través de alguna de sus ramificaciones (como podría ser “ChatGPT”), es una realidad en la práctica de la abogacía corporativa en América Latina. Su utilización y uso eficiente debería ser un complemento (no un sustituto) en nuestro ejercicio profesional, y por supuesto, requiere de un adecuado entrenamiento para maximizar su utilidad.

 

(vii)        Convertirnos en “emprendedores”:  el ejercicio de la abogacía corporativa en nuestra región, se encuentra enfrentando una “transformación disruptiva”, por la cual se ha convertido desde un formato tradicional basado en la prestación de un servicio profesional, hacia uno liderado por un “emprendedor” o una “empresa de servicios legales”, que a los fines de su administración, debería reunir una serie de atributos, entre los que enunciamos: el marketing, la comunicación en formato remoto, el uso complementario de la IA, administración eficiente y competitiva de presupuestos, y de su estructura de costos, entre otros.

    

3.     LA GENERACIÓN DE LA PRIMERA OPORTUNIDAD EN EL MUNDO JURIDICO CORPORATIVO:

Este escenario, que hemos enfrentado varias generaciones de abogados en nuestra región, lamentablemente, en nuestro entender, y en una aproximación general, no ha sido suficientemente abordado ni por la academia ni por los Colegios Profesionales de la Abogacía.

Es así como postulamos que, como parte del proceso de formación de los futuros abogados corporativos Latinoamericanos, se debería contemplar un espacio que pudiera brindarles una serie de herramientas y mejores prácticas, a los fines de que diseñen una efectiva estrategia en la generación de oportunidades laborales.

Adicionalmente, entre aquellas sugerencias que podríamos transmitir para beneficio de quienes se encuentren en la búsqueda de su primer trabajo en la abogacía corporativa, serían la de utilizar su propia red de contactos, como también la de emprender una investigación en sus respectivos “mercados”, tendiente a individualizar oportunidades “no visibles u ocultas” en ciertas especializaciones u organizaciones, según el caso.

No olvidemos que la búsqueda de una oportunidad de trabajo en el mundo jurídico es un “proceso”, que requiere paciencia, perseverancia y de una adecuada preparación”.

En lo que respecta a esta última, requerirá, además, la elaboración de un moderno formato de CV y de una carta de presentación, cuya finalidad primaria debería ser lograr ser entrevistados por un representante del potencial empleador. Esta última instancia también requerirá de una adecuada preparación.

  

4.     DESAFÍOS:

Un objetivo, todavía pendiente, residiría en dotar a los jóvenes abogados corporativos y estudiantes próximos a graduarse de nuestra región, de una serie de herramientas y habilidades que les permitieran diseñar su plan de carrera, y una estrategia efectiva en la generación de oportunidades, “a medida” de sus necesidades.

Desde lo colectivo, una respuesta para satisfacer a dicha necesidad, debería ser originada a través de una labor de entrenamiento y formación, liderada tanto por las Escuelas de Derecho como por los Colegios Profesional de la Abogacía, aunque no deberíamos dejar de considerar, como alternativa, el trabajo que pudieran realizar (en forma individual), un tutor, mentor, o coach, según el caso, a través de la transmisión de sus experiencias, vivencias y logros, para beneficio de sus “entrenados”, quiénes serán los futuros líderes en la práctica de la abogacía corporativa en América Latina.

El desafío permanece abierto.   


[1] Abogado, graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con Diploma de Honor. Ex becario de la “Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires”. Master of Laws in International Economic Law (LL.M). Universidad de Warwick (Inglaterra). Galardonado con la beca British Chevening Scholarship. Como autor, ha publicado 7 libros, y más de un centenar de artículos doctrinarios, papers y comentarios a fallo. Como académico, ha dictado cursos, cátedras, ponencias, entrenamientos y capacitaciones sobre la negociación y diseño de una operación de M&A, en forma presencial en Argentina, Perú, Colombia y Panamá, y desde el año 2020, de manera virtual, capacitando a más de 400 abogados corporativos Latinoamericanos, de 13 jurisdicciones, y a 3 firmas internacionales líderes de América Central. Integra el cuerpo de profesores del Diplomado en Derecho Societario (dictado en forma conjunta por IDEAS y la Universidad de Medellín (Colombia)), y desde el año 2025, es profesor visitante de la Escuela Internacional de Verano de la Escuela de Derecho de la Universidad de Los Andes (Colombia). En su práctica local e internacional de la abogacía corporativa, se especializa en el asesoramiento, diseño, negociación y estructuración de compraventa de compañías y activos locales, representando a inversores domésticos y extranjeros. Email: rodolfo.papa@latincounsel.com

 

 
 
 

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